La Puerta de Ishtar era una de las nueve puertas de entrada a la antigua ciudad de Babilonia y estaba dedicada a la diosa Ishtar. Era una puerta monumental hecha de ladrillos de cerámica azules y dorados, con figuras de animales, como toros y mushussu, dragones de la mitología mesopotámica. Estas esculturas servían para presidir la entrada a Babilonia y desalentar a los posibles enemigos.