El Salón de la Perfecta Armonía es el más pequeño de los tres pabellones principales de la Ciudad Prohibida, pero aun así tiene 580 metros cuadrados. Como se puede ver, es una estructura cuadrada en forma de pagoda cuadrada con un solo techo abovedado rematado por un pináculo dorado. Era una sala que el emperador usaba sobre todo para descansar y prepararse para las ceremonias antes de ir al Salón de la Suprema Armonía y antes de ir al Templo del Cielo, controlando las ofrendas de sacrificio que tenía que llevarse con él.
En el interior, ricamente adornado, te recomiendo el par de unicornios de oro que están de pie a cada lado del trono, colocado en el centro. Llamados luduan en chino, los unicornios eran animales mitológicos, considerados multilingües y capaces de recorrer 9.000 kilómetros en un solo día. Las estatuas de estas criaturas, que actuaban como quemadores de sándalo, se colocaban alrededor del trono como símbolo de la gran sabiduría e inteligencia del emperador. Las dos sillas junto al trono se utilizaban para llevar al emperador por la Ciudad Prohibida.
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Este salón de 1420, reconstruido en 1625 y renovado en 1765, con 9 esculturas de animales en cada esquina del techo, era el lugar donde los emperadores organizaban banquetes para altos funcionarios de la corte el día de Año Nuevo y el decimoquinto día del primer mes lunar. Aquí también se celebró la boda de una princesa.
Además, a partir de 1789, los exámenes de los funcionarios se llevaron a cabo delante del emperador, que leía públicamente las diez mejores redacciones.
En la sala central hay un trono, mientras que en las otras se expone la rica colección real de objetos preciosos, vajillas y otros objetos de uso cotidiano de la corte.
Recuerda que este es el último edificio del patio exterior.
Curiosidad: detrás del Salón de la Armonía Conservada, en el centro de la escalera que desciende desde la base, hay un hermoso bajorrelieve de mármol enorme que representa a nueve dragones jugando con perlas. Es la escultura de piedra más grande de la Ciudad Prohibida y mide 16,5 metros de largo y 3 metros de ancho. Se le consideraba tan sagrada que condenaban a muerte a todo aquel al que sorprendían tocándola.