El Salón de las Ondas de Jade se construyó en 1750 durante el reinado del emperador Qianlong para la gestión de los asuntos de estado, pero en 1892 se reconstruyó como alojamiento del emperador Guangxu en estilo tradicional chino sanheyuan, con una sala principal en el centro y otras dos a los lados.
En 1898, la emperatriz Cixí encerró aquí al emperador Guangxu, acusado de haber apoyado una reforma contra el viejo sistema feudal a la que se oponía su tía. Para evitar que escapara construyeron muros de ladrillo, ahora demolidos, pero de los que aún se pueden encontrar los restos.
El interior está amueblado con cientos de antigüedades, muchas de las cuales se remontan al emperador Qianlong, como el escritorio y el trono de madera de sándalo y palisandro finamente tallado. El biombo detrás del trono está compuesto por dos capas de vidrio pintadas con paisajes tradicionales, tanto chinos como occidentales. En el escritorio todavía puedes ver los objetos que usaba el emperador. Las dos habitaciones laterales también están decoradas con muebles, ventiladores, un trono y una cama Kang.
Ahora, pon el audio en pausa, visita el pabellón y vuelve a reproducirlo cuando llegues a la Casa Yiyun. Tienes que salir por la puerta trasera de la sala principal.
El emperador Qianlong mandó construir esta magnífica estructura como biblioteca. Se llama Casa Yinyun por el nombre una planta aromática, Yun, capaz de proteger los libros de los piojos de los libros.
Incendiada por las fuerzas aliadas anglo-francesas en 1860, el emperador Guangxu reparó la casa y su esposa, la emperatriz Longyu, la utilizó como vivienda.
En 1992, el mobiliario de la Casa Yiyun se restauró con el aspecto que tenía durante el reinado del emperador Qianlong, con más de cien muebles de época, basándose en imágenes y documentos de archivo. Sin embargo, se ha conservado el trono de la emperatriz Longyu, decorado con piedras preciosas y filamentos de bambú.
Curiosidad: Longyu fue la última emperatriz de China. Cuando Cixí y Guangxu murieron en 1908, fueron sucedidos por el emperador Puyi, que sólo tenía tres años y no era hijo de la pareja imperial. Sin embargo, Puyi perdió el poder en 1912, cuando sólo tenía siete años, y fue la propia Longyu quien redactó el decreto de abdicación que puso fin a la Dinastía Qing.
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