Audio Guide length: 2.35
español Idioma: español

El Templo del Cielo es un enorme complejo de magníficos edificios que se erigió entre 1406 y 1420, durante el reinado del emperador Yongle, de la dinastía Ming, la misma que construyó la Ciudad Prohibida. Estaba reservado sólo a los nobles y la corte y estaba destinado al culto taoísta, una religión china basada en doctrinas filosóficas.

El complejo fue más tarde ampliado y bautizado como Templo del Cielo durante el reinado del emperador Ming, Jiajing en el siglo XVI y otra vez reestructurado en el siglo XVIII bajo el emperador Qianlong, de la dinastía Qing.

Desde su fundación, todos los emperadores chinos han rezado aquí. Debes saber que, en la antigua China, el emperador estaba considerado el Hijo del Cielo y su poder estaba estrechamente ligado a la religión. Dos veces al año se trasladaba con su séquito de la Ciudad Prohibida al Templo del Cielo, vistiendo ropas especiales y absteniéndose de comer carne. Al pueblo no se le permitía asistir a la procesión ni a la ceremonia. El emperador rezaba personalmente al cielo para que hubiera buenas cosechas durante todo el año. La ceremonia, que también incluía sacrificios, tenía que realizarse a la perfección porque el más mínimo error habría implicado un mal presagio para toda la nación.

Para reflejar un antiguo refrán chino que decía que «el cielo es redondo y la tierra cuadrada», parte del templo es de forma semicircular para simbolizar el cielo, mientras que otra zona está formada por un cuadrado que se asemeja a la tierra. Otros elementos como muros o escaleras que rodean los edificios también son circulares o cuadrados por la misma razón.

Con la caída de la dinastía Qing en 1912, el templo fue abandonado y sufrió varios daños, pero en 1918 se transformó en parque y se abrió al público por primera vez, por lo que tú también puedes visitarlo y sorprenderte de su belleza.

 

 

Curiosidad: el complejo tiene una superficie de 270.000 metros cuadrados y es más grande que la residencia imperial de la Ciudad Prohibida. Como «Hijos del Cielo», los emperadores chinos no podían construirse una casa más grande que la del Cielo.

TravelMate! La aplicación de viajes que te proporciona información sobre las maravillas del mundo.
Comparte en