Los Everglades son una inmensa extensión de flora subtropical que constituye el tercer parque nacional más grande de los Estados Unidos.
No te puedes ir de Miami sin dedicarle un día entero. Definida como «mar de hierba» por los indígenas americanos, esta zona ocupa el sudoeste de Miami y se presenta ante tus ojos como un enorme paisaje de pantanos, ríos, lagunas y prados de hierba que se pierden en el horizonte.
Te recomiendo que te lleves una crema repelente para los insectos porque los Everglades están plagados de mosquitos, y que decidas de antemano el recorrido que quieres hacer.
Tienes dos opciones principales. La primera te lleva a recorrer en coche el Tamiami Trail, la carretera que atraviesa los Everglades hasta llegar al Golfo de México. La segunda opción te conduce al sur, hasta Flamingo, a través de la Highway 9336.
La Tamiami Trail toma su nombre de las dos ciudades que une, Miami y Tampa, aunque el trecho más famoso es el que une Miami con la ciudad de Naples. A lo largo de este recorrido, detente en el Shark Valley, un bosque tropical con cipreses, plantas fluviales y maleza.
Si quieres realizar una excursión, toma la Tram Road, una carretera de circuito cerrado de 24 km. Al otro lado de la carretera se encuentra la aldea de los Mikasuki, de gran interés si quieres conocer la vida de estos indígenas americanos.
Si continúas por la Tamiami Trail, te toparás con la Big Cypress National Preserve, una extensa área pantanosa con manglares, pinos y cipreses.
El itinerario Tree Snail Hammock Nature Trail te lleva en busca de los distintos animales que pueblan la zona. Si sigues recto, llegarás al pequeño pueblo de Ochopee, famoso por albergar la oficina de correos más pequeña de los Estados Unidos, situada en una vieja cabaña para guardar herramientas.
Antes de llegar a Naples, pasarás a través del Fakahatchee Strand, un sensacional terreno pantanoso de más de 30 km de largo que parece seguir intacto desde el Jurásico.
Curiosidad: el adjetivo big de la Cypress National Preserve no hace referencia al tamaño de los cipreses, sino a la enorme extensión del área, que cuenta con más de 300.000 hectáreas de terreno pantanoso.