Los Wynwood Walls son los famosos murales del barrio de Wynwood que conforman uno de los museos al aire libre más grandes del mundo.
Antes de nada, mira a tu alrededor: te encuentras en un distrito que hace tiempo estuvo excluido de la «buena vida» de Miami. De hecho, esta zona estaba destinada a albergar almacenes y fábricas, hoy en desuso. Fue a partir del inicio del nuevo milenio cuando esta zona sufrió un cambio tan radical que se ha convertido en una parada obligatoria para los visitantes de la ciudad.
Muchos artistas han elegido este barrio como el lugar ideal para abrir sus propios talleres, que con el tiempo se han convertido en famosas galerías. Pero el mérito de haber creado la que hoy podemos considerar una de las maravillas del mundo, con todas las letras, es de un constructor apasionado del arte llamado Tony Goldman.
Goldman poseía algunos terrenos en este distrito, y decidió transformarlos en un verdadero «museo de arte callejero». Puso a disposición de un grupo de artistas los muros de un complejo de edificios industriales de su propiedad –imponentes y sin ventanas–, dando así origen a los Wynwood Walls. Las lúgubres estructuras de cemento se adornaron con murales de estilos y colores de lo más dispares. Los conocidos como warehouses, es decir, unos tristes almacenes, se han convertido en lienzos sobre los que, de vez en cuando, se descarga la imaginación de los artistas de arte callejero más famosos, tanto estadounidenses como de otras nacionalidades.
Además de los murales, también puedes visitar las numerosas galerías, dedicadas en su mayor parte a la pintura, pero con especial atención también a la escultura y las manifestaciones artísticas más modernas.
Me despido con una curiosidad: por desgracia, como suele suceder, esta zona ha atraído últimamente el interés de especuladores que han visto en ella un «negocio» perfecto. Por este motivo, muchos artistas han decidido trasladar sus propios estudios y algunas galerías se han sustituido por actividades comerciales más rentables.