Se trata de una de las colecciones de arte más grandes y más importantes del mundo. Entre sus cuadros se encuentran numerosas obras maestras, entre ellas un cuadro de Leonardo da Vinci, la única obra del pintor que se encuentra en suelo estadounidense.
El museo nació como iniciativa de Andrew Mellon, un exsecretario del Tesoro de los Estados Unidos. Mellon donó al Estado su colección de 121 obras de arte, entre ellas, San Jorge y el dragón de Rafael, La Anunciación de Jan van Eyck, además de cinco cuadros de Rembrandt y varias pinturas de Tiziano. Estaba convencido de que así alentaría a otros coleccionistas a hacer lo mismo. Muchos siguieron su ejemplo y, en la actualidad, el museo alberga casi 7.500 obras desde el arte bizantino hasta nuestros días. Entre ellas, se encuentran obras maestras de Leonardo da Vinci, Vermeer, El Greco, Turner, Monet, Van Gogh y Picasso.
En los próximos audios te guiaré a través de sus obras.
La colección se distribuye en dos edificios. El West Building es el más antiguo. Se trata de un edificio de mármol rosa originario de Tennessee, de estilo neoclásico, compuesto por una rotonda coronada por una cúpula y por un doble pórtico con columnas, con dos grandes alas a cada lado. Se construyó en 1941 y su arquitecto es el mismo que diseñó el Lincoln Memorial, John Russell Pope.
En cambio, el East Building data de 1978. Su diseño se debe al arquitecto estadounidense I. Ming Pei y se inspira en la escultura contemporánea, con una estructura poligonal. El edificio está dedicado al arte del siglo XX. La entrada al museo es gratuita y ofrece al público una forma única de disfrutar del arte, ya que fue creado a propósito como un espacio expositivo.
Los cuadros se exponen en orden cronológico según los cánones estéticos típicos japoneses, en los que la obra de arte se considera una fuente de placer visual más que un documento histórico. El modo en el que se colocan las obras favorece una contemplación plena, sin elementos de distracción y con el doble de distancia entre un cuadro y otro con respecto a la disposición habitual.
Curiosidad: Andrew Mellon compró las obras más prestigiosas de su colección, valorada en 45 millones de dólares de la época, al Museo del Hermitage de San Petersburgo por solo seis millones después de que Stalin las pusiera en venta para comprar tractores.