Tu recorrido para descubrir Montmartre empieza desde el boulevard de Clichy, frente al número 82. Te encuentras ante el célebre Moulin Rouge, homenajeado en diferentes obras del famoso pintor Toulouse-Lautrec.
En el número 9 de la rue Yvonne Le Tac puedes ver el lugar donde se cree que fue decapitado San Dionisio, obispo del siglo III y patrón de París. En la rue Lepic, a la derecha, encontrarás el Moulin de la Galette, que en su momento fue un famoso salón de baile al aire libre, hoy convertido en restaurante. El local está inmortalizado en un famoso cuadro de Renoir de 1876.
Ve ahora a la place du Tertre, en el corazón de Montmartre, donde puedes entretenerte echando una ojeada a los pintores y retratistas de la calle, con sus tiendas de recuerdos y cafeterías.
Ve ahora a la rue Cortot para hacer una parada en el Museo de Montmartre. Aquí puedes sumergirte en los últimos años del siglo XIX, cuando el barrio, como el propio edificio en el que te encuentras, estaba habitado por artistas de todo tipo. En este museo se conserva uno de los cuadros más originales de la historia de la pintura: se titula Puesta de sol sobre el Adriático y fue pintado por Roland Dorgelès atando un pincel a la cola de un burro.
Junto a la place du Tertre, en la rue du Mont Cenis, puedes visitar la iglesia de Saint Pierre de Montmartre, uno de los pocos ejemplos de estilo románico existentes en París. Su simple fachada de piedra gris es el resultado de una reforma del siglo XVII, mientras que el interior conserva la sencilla estructura medieval. En esta iglesia, consagrada en 1147, podrás admirar las bóvedas de mampostería más antiguas de París, y en las que podrás entretenerte descubriendo algunos fragmentos arquitectónicos de época romana. Y no te olvides de darle una vuelta a la iglesia para ir a ver el viejo campanario, una sencilla torre con varias plantas de ventanas geminadas.
CURIOSIDAD: parece que el striptease nació precisamente entre las paredes del Moulin Rouge, exactamente en 1893. Sucedió en la celebración anual del Bal des Quat'z Arts, en el que participaban las modelos de los artistas que frecuentaban la Escuela de Bellas Artes; una de ellas, más desinhibida que las demás, saltó sobre una mesa y empezó a bailar quitándose la ropa.