Entre los caminos y los parterres del cuidado jardín, utilizado con frecuencia como escenario para importantes películas, sentirás una gran emoción al ver las réplicas de las obras más monumentales de Rodin. Una de ellas es el grupo de los Burgueses de Calais: el tema de esta escultura de bronce, encargada por el alcalde de Calais, está relacionado con un episodio sucedido a mediados del siglo XIV, durante la guerra de los Cien Años: el rey de Inglaterra, que había puesto sitio a la ciudad, se ofrece a liberarla si seis ciudadanos ilustres se presentan ante él, en camisa, con los pies descalzos y con una soga al cuello, para entregarle las llaves de la ciudad antes de ser ajusticiados. Mira con qué eficacia psicológica logra el artista expresar el drama y la angustia de los personajes, pero también su coraje y orgullo.
La última obra maestra que puedes ver es La puerta del Infierno. La obra, inspirada en la "Divina Comedia" de Dante Alighieri, le fue encargada por el subsecretario de Bellas Artes para que figurase en la entrada de un nuevo museo dedicado a las artes decorativas. El edificio nunca se construyó, y el escultor continuó trabajando durante toda su vida en esta gran obra, enormemente compleja.
Inspirándose en Miguel Ángel, quiso realizar una monumental meditación sobre la muerte, el dolor, la redención y la condenación. A su muerte, la puerta todavía no estaba terminada; ocho años más tarde, siguiendo las últimas versiones en yeso y los dibujos que se conservaban, se realizaron algunas piezas de bronce. Algunas de las esculturas diseñadas inicialmente para la Puerta del Infierno han llevado, por tanto, una vida por separado, como por ejemplo una obra que sin duda te será familiar: El pensador, símbolo de la creatividad humana.
CURIOSIDAD: debes saber que a los 22 años, profundamente afectado por la muerte de su hermana Maria, Rodin decidió hacerse cura, pero después de un año de noviciado, su superior le aconsejó que siguiera con su carrera artística. Entretanto, el escultor le había hecho un busto, que luego le regaló. Pero la obra no resultó de su agrado, ¡y terminó en el granero!
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