¡El Louvre es uno de los lugares más espectaculares y pintorescos de París!
Es una excepcional obra arquitectónica, con una historia igualmente intrigante, que se extiende a lo largo de ocho siglos y está estrechamente ligada a Francia y sus reyes. Así que no entres de inmediato en el museo, y recuerda que el edificio es en sí mismo un monumento de extraordinaria intensidad, y que su visita, incluso sólo por fuera, está repleta de detalles. Para empezar debes saber que sobre el origen del nombre "Louvre" hay dos hipótesis: tal vez deriva de un recinto o jaula para lobos o quizá de la palabra "leowar", que en francés antiguo significa "lugar fortificado".
Tu itinerario comienza justo frente a la fachada principal del Louvre. Sólo con mirarla comprenderás de qué tipo era la arquitectura preferida por el Rey Sol, Luis XIV: solemne, monumental e inspirada en los modelos clásicos, pero con proporciones gigantescas. Para su ejecución, se contactó con el mayor arquitecto europeo de la época, Gianlorenzo Bernini, que estaba de visita en Francia: el virtuoso del barroco diseñó una fachada muy original con una planta baja compuesta por una falsa colina de rocas. Pero el proyecto era demasiado costoso y extravagante, y se prefirió la solución de Claude Perrault, con una noble y austera fila de columnas.
Nota lo fuerte que es el contraste entre la Colonnade, como se llama la fachada del palacio, y la iglesia gótica de Saint-Germain-l'Auxerrois que se alza justo enfrente, y que durante siglos estuvo considerada casi como una capilla exterior del Louvre.
Con su campanario octogonal con múltiples caras y flanqueado por pináculos, la fachada en punta, el gigantesco rosetón y el pórtico repleto de luces y sombras, Saint-Germain te transmite una nota de alegre fantasía. Aparte de los añadidos, los presuntos embellecimientos y las restauraciones, la iglesia fue construida en dos etapas, que se corresponden con diferentes fases del estilo gótico: la portada y la parte posterior, con el coro, se remontan al siglo XIII, mientras que el pórtico y las naves se construyeron dos siglos más tarde, en pleno siglo XV.
CURIOSIDAD: la Iglesia de Saint-Germain-l'Auxerrois fue protagonista de un hecho histórico sangriento: de hecho, fueron precisamente sus campanas las que anunciaron, el 24 de agosto de 1572, el comienzo de la terrible matanza de San Bartolomé, en la que los católicos asesinaron en pocos días a casi 30.000 protestantes.