La place des Vosges es uno de los primeros ejemplos de planificación urbanística racional, según una ordenada y geométrica distribución de todos sus elementos, incluidos los vegetales. Y a propósito de vegetación, te aconsejo que te sientes en uno de los bancos del lado de la triple hilera de árboles que delimitan el perímetro del jardín, y que me concedas un par de minutos para contarte algo más sobre la historia y el nombre de esta plaza.
Desde finales del siglo XIV, en este sitio se alzaba el Hôtel de Tournelles: una residencia real, con jardines anexos, que Catalina de Medici hizo demoler a mediados del XVI después de la muerte de su marido, Enrique II, que tuvo lugar precisamente aquí, debido al golpe con una lanza que recibió en un ojo durante un torneo. El espacio fue ocupado por una fábrica de tejidos de seda y por las viviendas anexas de los trabajadores. A principios del siglo XVII, Enrique IV, el primer rey de Francia perteneciente a la dinastía de los Borbones, decidió transformar la plaza en una especie de "centro comercial" y lugar de esparcimiento. Pero fue asesinado en un atentado y no pudo ver realizado el proyecto.
Así que fue Luis XIII, con motivo de su matrimonio con Ana de Austria, quien la inauguró, con el nombre de “Place Royale”, que mantuvo hasta la Revolución francesa. El nombre actual, en cambio, recuerda al primer departamento francés, precisamente el de los Vosgos, que pagó los impuestos al nuevo Estado republicano.
La plaza Real se convirtió casi de inmediato en el lugar de residencia favorito de la aristocracia de la época, y no son pocos los ilustres personajes que, con el paso de los siglos, han habitado estos edificios, el primero de ellos Victor Hugo, que escribió aquí "Los Miserables". Aquí puedes visitar su casa museo, donde además de varios cuadros y retratos, la biblioteca y la colección de fotografías, verás unos 600 dibujos y bocetos realizados por él mismo. La casa del novelista, en el número 6, está justo enfrente de la residencia habitada en el siglo XVII por el cardenal Richelieu, en el número 21.
CURIOSIDAD: Catalina de Medici llevó a Francia desde Italia dos novedades revolucionarias: introdujo el tenedor (antes en la Corte se comía con las manos), y para las damas, una prenda muy útil, especialmente para montar a caballo: ¡la ropa interior!