TORRE EIFFEL, Introducción
Idioma: español
La Torre Eiffel no necesita presentación, ¡como ya sabes es uno de los edificios más famosos del mundo!
Imitadísima, admiradísima, inconfundible y unida al nombre de su diseñador, puedes ver cómo asciende hacia el cielo en el extremo noroeste de la antigua plaza de armas para ejercicios militares, el Campo de Marte. Puedes llegar por cualquier medio, incluso en "bateau-mouche", dada su proximidad al Sena, a la altura del puente de Iéna.
Con trescientos metros de altura, la torre fue levantada en poco más de dos años por Gustave Eiffel, a tiempo para su inauguración en la Exposición Universal de 1889, que celebraba el primer siglo del comienzo de la Revolución francesa. El visionario ministro de comercio y presidente del comité de la exposición buscaba un símbolo inequívoco con el que reafirmar la modernidad de París, su papel como "faro" de la cultura, el progreso y la industria de una Europa que estaba conociendo una gran expansión.
La estructura fue diseñada por el audaz Gustave Eiffel, ingeniero con experiencia en la construcción de puentes ferroviarios. La construcción creció rápidamente, gracias al empleo de trabajadores cualificados, acostumbrados a trabajar a grandes alturas, así como de un eficaz equipo de colaboradores, cuyos setenta y dos nombres están inscritos en el friso que recorre la primera plataforma.
El monumento es aún más impresionante después de la puesta de sol, cuando, gracias a una estudiada iluminación artificial, resplandece aún más e incluso brilla durante algunos minutos mágicos. La iluminación nocturna cambia de color, efectos e intensidad dependiendo de las circunstancias. Impresionante, aunque de otra forma, es el total apagado de todas las luces en señal de duelo en caso de graves sucesos.
CURIOSIDAD: no te lo vas a creer, pero antes, durante y después de los trabajos, la torre fue muy criticada por políticos, arquitectos e intelectuales.
El arquitecto del vecino complejo de edificios del Trocadero, el arquitecto de la Ópera, los escritores Alejandro Dumas hijo y Guy de Maupassant y muchos otros firmaron una carta abierta en contra de esta "torre inútil y monstruosa". A ellos se unió también un coro de quejas y denuncias por parte de las personas que vivían en las proximidades, que temían que se hundiera. Hubo incluso quien temía que la torre, al magnetizarse, ¡pudiera atraer todos los objetos de hierro de París!
