Jules Hardouin-Mansart (1646-1708), destacado arquitecto francés del barroco, ganó notoriedad al diseñar el Château de Clagny para Madame de Montespan, obteniendo el favor de Luis XIV. Nombrado arquitecto personal del rey, construyó el lujoso palacio del Grand Trianon en Versalles, refugio de Luis XIV tras sus jornadas en el castillo principal. Gracias a su posición privilegiada en Francia, influyó en la arquitectura europea, extendiendo su impacto hasta San Petersburgo y Constantinopla. La introducción de las "mansardas" en la arquitectura parisina se convirtió en un distintivo, evidente en la restauración de edificios aristocráticos. La herencia de Mansart está arraigada en la arquitectura francesa, influyendo en el barroco tardío en toda Europa.