Audio Guide length: 2.27
español Idioma: español

Si crees que las fortificaciones solo sirven para defenderse de enemigos extranjeros, en el caso de la Rocca de Bérgamo, te equivocas.

Precisamente, se construyó en el siglo XIV para proteger a un extranjero: el rey Juan de Luxemburgo. En aquella época, Bérgamo era una comuna medieval fracturada por los enfrentamientos y disputas entre las distintas familias, por lo que decidieron que gobernara un regente externo. La poderosa Rocca servía para defenderlo de quienes se oponían a su llegada. Después, fue la sede de las tropas de los sucesivos gobernantes de Bérgamo: los Visconti de Milán y los venecianos, que la ampliaron hasta convertirla en la ciudadela fortificada actual. A los venecianos se debe el torreón circular y la construcción de un edificio en su interior, la conocida como «escuela de los bombarderos».

 

Además, debes saber que durante el proceso de la unificación de Italia, las tropas austrohúngaras ocupaban la Rocca, que después conquistó Giuseppe Garibaldi el 8 de junio de 1859.

Hoy en día, constituyen un evocador y agradable paseo entre jardines, balcones corridos, torres y reliquias, dispuestos en el Parco delle Rimembranze.

No te vayas sin subir al torreón circular del Mastio, la torre principal de la fortaleza. Si hace buen día, hasta puedes ver el perfil de Milán con la catedral y los nuevos rascacielos. Si sigues el balcón corrido, en el que tiempo atrás los soldados hacían la ronda, podrás darle una vuelta completa a la fortaleza, entre las vistas de un panorama fascinante.

En el interior del complejo de la Rocca se encuentra el museo histórico de Bérgamo, que recuerda la participación de los bergamascos en la lucha por la independencia de Italia. Piensa que entre los famosos Mil de la expedición de Giuseppe Garibaldi, que condujo a la unificación de Italia, entre 170 y 180 hombres eran bergamascos; tanto es así que Bérgamo se proclamó «Ciudad de los Mil».

Me despido con una curiosidad: actualmente, para entrar en la Rocca hay que atravesar un arco de medio punto. En cambio, originalmente se podía acceder solo por unas escaleras de madera que, en caso de peligro, se podían quitar.

Además, en caso de peligro, dos aberturas llamadas «barbacanas» permitían golpear a los asaltantes.

TravelMate! La aplicación de viajes que te proporciona información sobre las maravillas del mundo.
Comparte en