El nombre de Manarola deriva del latín magna rota, y alude a la gran rueda de molino que puedes ver en la calle principal, en el centro del pueblo.
En efecto, en la antigüedad no había calles tan anchas. Las casas-torre y los carruggi, tan peculiares y poéticos, se construyeron así de estrechos no solo por falta de espacio, sino también como estrategia defensiva. Era difícil invadir los callejones, ya que se podían construir barricadas rápidamente y los habitantes podrían defenderse desde lo alto.
Te recomiendo la iglesia de San Lorenzo, de 1338. En su construcción trabajaron los habitantes de Manarola y de Volastra, un pueblo de la montaña, como recuerda una vieja lápida. Cuenta con un espléndido rosetón compuesto por doce pequeñas columnas. Observarás que el campanario está separado de la iglesia porque originalmente era una torre de vigilancia.
La parte más emocionante y fascinante de Manarola es el punto en el que se asoma al mar. Aquí, la naturaleza ofrece un espectáculo magnífico: los stacks, las altas columnas de roca negra que emergen del agua cristalina.
Te aconsejo que te des un paseo por el sendero excavado en la roca, que conduce hasta la parte trasera de un pequeño promontorio desde el que hay unas vistas espectaculares de Corniglia. Al fondo hay una pequeña y maravillosa cala para los barcos de pesca, en la que puedes nadar y bucear.
El viejo sendero que unía Manarola con Corniglia está cerrado debido a los desprendimientos de 2011, pero hay otro más arriba, bastante arduo, que se puede recorrer en tres horas.
Me despido con una curiosidad: aquí, para pescar, además de redes, aún se usan técnicas antiguas, como los palamiti, largas cuerdas de las que cuelgan anzuelos con cebo extendidas entre las boyas, o las nasse, jaulas de madera construidas de manera que los peces puedan entrar, pero no salir. Hasta hace pocos años, por la noche, el mar estaba iluminado por las lampare, barcas que atraían a los peces con una gran lámpara de gas, pero ahora la zona es un parque marino y este tipo de pesca está prohibida.