La Fortaleza de Lerici es uno de los mejores ejemplos conservados de arquitectura militar en Liguria.
Situada en una posición dominante sobre el promontorio oriental del Golfo de La Spezia, fue construida a partir del siglo XII y posteriormente ampliada.
Su historia está estrechamente ligada a los acontecimientos políticos y militares de la región, durante siglos disputada entre las repúblicas marítimas de Pisa y Génova.
La construcción original se remonta a 1152, cuando los pisanos controlaban Lerici y comenzaron las primeras obras para levantar una estructura defensiva. Sin embargo, en 1241, Génova tomó posesión del pueblo y de la fortificación, iniciando un programa de ampliaciones que transformó radicalmente el conjunto.
Desde el punto de vista arquitectónico, la fortaleza se distingue por su torre principal de planta pentagonal, erigida en la primera mitad del siglo XIII, unida a potentes murallas y bastiones que aumentaban su solidez.
Durante los siglos XV y XVI se añadieron nuevas obras de refuerzo, en particular una muralla con bastiones, para adaptar la defensa a la evolución de las técnicas de asedio y al uso de las armas de fuego.
El conjunto de estas transformaciones convierte a la fortaleza en un auténtico manual de arquitectura militar estratificada, donde pueden leerse siglos de modificaciones y adaptaciones.
En los siglos posteriores, la fortaleza fue perdiendo gradualmente su papel estratégico.
Tras el siglo XIX se utilizó como prisión y posteriormente como almacén militar. Finalmente, en la segunda posguerra, se llevaron a cabo restauraciones y obras de consolidación que permitieron su reapertura al público.
Hoy en día, la fortaleza es visitables y alberga el Museo Geopaleontológico, que expone una colección de fósiles procedentes de la región ligur y de la Lunigiana, una zona histórica y geográfica situada entre el norte de Toscana y la parte más oriental de Liguria.
Curiosidad: en el interior de la Fortaleza de Lerici se encuentra la capilla de Santa Anastasia, un pequeño edificio religioso que data del siglo XIII.
Originalmente era un oratorio independiente construido sobre el promontorio, pero durante las ampliaciones medievales fue incorporado dentro de las murallas de la fortaleza.
La capilla está considerada uno de los pocos ejemplos de arquitectura gótica en Liguria.
Sus aberturas —como ventanas y arcos— no tienen la forma redondeada típica del románico, sino que terminan en punta.
Este estilo, conocido como arco ojival o apuntado, es característico del gótico, y convierte a la capilla en un elemento arquitectónico singular y valioso dentro de la región.
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