La Catedral de Santa María Assunta, comúnmente conocida como Catedral de Como, se construyó a lo largo de casi cuatro siglos, empezando en 1396 con el primer diseño, que se modificó varias veces, y terminando con la colocación de la cúpula en 1740.
Aquí se alzaba la Catedral de Santa María la Mayor, de la que se tiene constancia antes del año 1000. A principios del siglo XV, bajo el dominio de la familia Visconti de Milán, se consideró que era demasiado pequeña y se sustituyó por la actual catedral.
Grandes arquitectos como Lorenzo degli Spazi, Florio da Bontà y Cristoforo Solari participaron en la realización de esta obra. Por último, pero no por ello menos importante, fue el siciliano Filippo Juvarra a quien se le adjudicó la construcción de la cúpula.
El resultado final es una preciosa iglesia con planta de cruz latina. Tres largas naves se cruzan con el transepto, que cuenta con las dos capillas laterales, la de la Asunción y la del Crucifijo, construidas entre 1627 y 1665, y culminan en el luminoso ábside.
Contempla con qué habilidad consiguieron casar a la perfección diferentes estilos a lo largo de los siglos: el románico de los portales, el gótico de la fachada y de muchas esculturas y el renacentista de los laterales de la iglesia.
Te recomiendo especialmente que te detengas a observar la fachada de mármol Musso, dividida en tres secciones distintas por cuatro pilastras verticales muy decoradas y llenas de adornos, además de las enormes vidrieras, el impresionante rosetón central y las numerosas estatuas, realizadas en su mayoría por el taller de Tommaso Rodari entre 1484 y 1526.
En la sección central de la fachada, a ambos lados del portal, se pueden ver dos edículos con estatuas de Plinio el Viejo y Plinio el Joven, personajes destacados del Imperio Romano, ambos nacidos en Como alrededor del siglo I d. C.
Justo encima del portal hay una representación de la Adoración de los Magos. Un poco más arriba, a los lados, se ven dos medallones con bustos que representan a Adán y Eva y, más arriba, cinco estatuas: la Virgen María en el centro, San Juan Bautista a la izquierda, San Abundio a la derecha y los Santos Proto y Jacinto en ambos extremos.
En cambio, rodeando el rosetón se puede ver, en el medallón inferior, a un joven que representa al Espíritu Santo, en los edículos laterales, al arcángel Gabriel a la izquierda y a la Virgen a la derecha, mientras que arriba se representa a Dios Padre.
Curiosidad: colócate frente a la Puerta de la Rana, situada a la izquierda de la catedral. En la jamba izquierda, a unos 2 metros de altura, podrás ver un pequeño anfibio, una rana que desgraciadamente un loco decapitó con un martillo en 1912 y que, según se dice, frotarla trae buena suerte.