LECCO: CAMPANARIO DE SAN NICOLÒ, Lecco: Campanario De San Nicolò

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español Idioma: español

El Campanario de San Nicolò, que lleva el nombre del patrón protector de los marineros, es considerado por los habitantes de Lecco el monumento más simbólico de la ciudad.

¿Sabes cómo lo llaman los habitantes de Lecco? «Il Matitone», que significa, literalmente, «el gran lápiz». La razón es muy sencilla, basta con observar su silueta, que destaca sobre el fondo montañoso. La base tiene forma circular, más arriba cuenta con una planta octogonal y finalmente culmina en una punta triangular, lo que hace que tenga una forma similar a la de un lápiz gigante.

El que estás viendo es uno de los campanarios más altos de Europa, con nada menos que 96 metros de altura, desde cuya cúspide se disfruta de unas espléndidas vistas.

De hecho, si te sientes con fuerzas para afrontar una subida de casi 400 peldaños, puedes optar por reservar una visita guiada al campanario y subir hasta un estrecho balcón, situado sobre las campanas, desde el que se obtiene una vista panorámica de 360° de los alrededores.

Otra peculiaridad de esta estructura es que se construyó más tarde que la basílica a la que está unida. Mientras que la iglesia se construyó a partir de la ampliación de otra ya existente tras una larga serie de obras que comenzaron en 1811, el campanario no se empezó a construir hasta 1882, partiendo de la base preexistente de una torre medieval que formaba parte de las antiguas murallas de la ciudad.

Su construcción no fue fácil, ya que sufrió varios cambios de diseño durante la realización, además de una paralización de las obras, por falta de fondos, cuando su altura ya había alcanzado los 80 metros, aproximadamente donde ahora se encuentra el reloj.

Cuando finalmente se terminó en 1903 con la colocación de la cruz en la parte superior, aún faltaba un detalle fundamental: ¡las campanas!

Se recuperaron las campanas del antiguo campanario de la basílica original y se fundieron para fabricar nueve campanas nuevas, cada una con el nombre de un santo, como la más imponente, la Santísima Trinidad, que pesa casi tres toneladas.

 

Me despido con una curiosidad: con el fin de recaudar los fondos necesarios para terminar el campanario, los habitantes de Lecco organizaron diversas iniciativas, entre ellas cobrar a los fieles una pequeña cuota por utilizar las sillas durante los oficios religiosos.

 

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