El histórico pueblo de Lenno, que forma parte del municipio de Tremezzina, ofrece vistas a una zona del lago conocida como Riviera Tremezzina o delle azalee, un tramo de costa a lo largo del cual se reflejan algunas de las villas históricas más bonitas de todo el lago.
En 1787, el cardenal Angelo Maria Durini se trasladó a Ossuccio, donde había comprado la Villa del Balbiano. Al prelado le gustaba tanto la pequeña ensenada a la que se asoma Lenno, a la que rebautizó como Golfo de Venus, que decidió construir una segunda residencia, la Villa del Balbianello, justo en el lugar más panorámico: el promontorio de Lavedo. Se puede llegar a la villa en barco, que sale de Lido di Lenno, o dando un agradable paseo por la naturaleza de unos veinte minutos.
Además de este, hay otros lugares interesantes que visitar en Lenno, como la Piazza 11 Febbraio, donde hasta el siglo XVIII hubo un gran complejo religioso del que hoy se conservan la Iglesia de Santo Stefano y el Baptisterio de San Juan, ambos construidos hacia el año 1100.
El baptisterio, de planta octogonal, conserva su estilo románico original en el exterior, mientras que su interior presenta decoraciones medievales y barrocas. La iglesia, por su parte, se remodeló considerablemente entre los siglos XVI y XVII, pero esconde una llamativa cripta que te recomiendo visitar.
Curiosidad: en la vecina aldea de Giulino di Mezzegra, a solo veinte minutos a pie de Lenno, se encuentra Villa Belmonte, conocida por un acontecimiento histórico relacionado con el final de la Segunda Guerra Mundial. Pues bien, justo delante de la verja de esta casa, el 28 de abril de 1945, a las cuatro de la tarde, fusilaron a Benito Mussolini y a su amante Claretta Petacci. Fue una decisión tomada por el Comité de Liberación Nacional, que no quiso entregarlos a las Naciones Unidas para que fueran juzgados. Para conmemorar el acontecimiento, hay una cruz negra y un altar con fotos en blanco y negro de los dos ejecutados.