La localidad de Tremezzo, al igual que Lenno, forma parte del municipio de Tremezzina y es conocida principalmente por la increíble Villa Carlotta y su jardín botánico, que no te puedes perder.
La vivienda se construyó por orden de Giorgio II Clerici, un importante político, cuyos descendientes la vendieron a Gian Battista Sommariva en 1801 por motivos económicos.
Sommariva, que era un gran coleccionista de arte, enriqueció las estancias con obras maestras de los artistas más importantes de la época, como el escultor Antonio Canova.
Amaba tanto este lugar que, cuando murió, fue enterrado en el interior del Oratorio familiar, una elegante estructura neoclásica cercana a la villa, donde aún puede admirarse el monumento funerario que Pompeo Marchesi creó para él.
En 1850, pasó a manos de la princesa Carlota de Prusia, cuyo nombre lleva aún hoy la villa, y, gracias a las intervenciones de su esposo, el duque Jorge II, príncipe de Sajonia-Meiningen, el jardín se amplió y transformó en la joya que hoy puedes visitar.
Si, además de Villa Carlotta, tienes tiempo de visitar Tremezzo, te recomiendo otros lugares fascinantes que no te puedes perder, como el centro histórico, que puedes explorar subiendo por las estrechas callejuelas que trepan por la colina, o el Parque Municipal Teresio Olivelli, también llamado Parco Meier, un pequeño jardín público que esconde, entre árboles centenarios, una monumental escalinata, precedida por una elegante fuente, y un bonito edificio octogonal llamado la Tarocchiera.
Curiosidad: durante los siglos XVII y XVIII, era habitual que los teatros, las cortes o las residencias nobiliarias tuvieran salas reservadas para jugar a las cartas. En el parque Olivelli, que originalmente formaba parte de una villa, cuatro familias adineradas de la zona decidieron mandar construir un pequeño edificio para jugar con unas cartas especiales llamadas tarocchi, es decir, «tarot», de donde la estructura tomó su nombre.