Varenna, que recibe a los visitantes que llegan en barco con su Passeggiata Romantica, un elegante paseo bordeado por una barandilla roja que conecta el embarcadero con el centro histórico, encierra en sus callejuelas algunos de los edificios históricos más antiguos a orillas del lago. La iglesia románica de San Juan Bautista, por ejemplo, tiene más de mil años de antigüedad, mientras que la iglesia de San Jorge, en el centro del pueblo, data del siglo XIII y contiene frescos pintados entre los siglos XV y XVII.
Pero uno de los elementos más característicos de Varenna es el Castillo de Vezio, rodeado de olivos. No se sabe con certeza cuándo se construyó, pero según una leyenda fue la reina longobarda Teodolinda quien quiso que se construyera unos años antes de su muerte, en el 627 d.C. Seguramente, en la Edad Media fue una importante estructura defensiva que formaba parte de una gran muralla que protegía el pueblo hasta el lago. Hoy en día se puede visitar la torre de vigilancia, a la que se accede por un puente levadizo, parte de las mazmorras y lo que queda de las murallas, con una torre en la esquina.
En el jardín que rodea el castillo hay un centro de adiestramiento de pequeñas aves rapaces y, en determinadas épocas del año, pueden verse exhibiciones de cetrería.
Otras dos joyas que dan fama a Varenna son dos residencias históricas rodeadas de bonitos jardines: Villa Cipressi y Villa Monastero.
Villa Cipressi consta de varios edificios construidos entre los años 1400 y 1800, que ahora se utilizan como alojamiento turístico y, por lo tanto, son solo accesibles para los huéspedes, pero está rodeada por un precioso jardín botánico en terrazas, abierto al público, que recomiendo visitar.
Villa Monastero, por su parte, se puede visitar y te hablaré sobre ella en el siguiente audio.
Curiosidad: cerca de Varenna se encuentra el pueblo de Fiumelatte, cuyo arroyo tiene dos características particulares: ¡solo mide 250 metros y desaparece entre octubre y marzo! Es una corriente de agua tan especial que hasta el gran Leonardo da Vinci quiso estudiarla, y la menciona en su Códice Atlántico.
Idioma: español