Furore es un pueblo único y encantador, conocido especialmente por su fiordo y sus características casas enclavadas en la roca. Este lugar mágico, a menudo denominado «el pueblo que no existe» por su peculiar estructura, dispersa entre el cielo y el mar, ofrece al visitante una serie de atractivos de considerable interés histórico, cultural y natural.
El Fiordo di Furore es, sin duda, la atracción principal. Se trata de una estrecha y profunda incisión en la roca, creada por la acción milenaria del arroyo Schiato.
El fiordo está atravesado por un característico puente de carretera de aproximadamente 30 metros de altura, desde el que cada año se celebra el MarMeeting, un campeonato mundial de clavados desde grandes alturas. La playa, de solo 25 metros de largo, escondida en el interior del fiordo y accesible por una escalinata, ofrece una experiencia única de mar y naturaleza.
Otra joya de este pequeño pueblo es la Iglesia de San Miguel Arcángel, situada en la aldea de San Michele. Esta iglesia, que data del siglo XII, es un magnífico ejemplo de arquitectura medieval, con elementos bizantinos y frescos del siglo XIII de gran valor artístico. Su ubicación panorámica ofrece unas vistas impresionantes de la costa.
Furore también es conocido como el «pueblo pintado» debido a los numerosos murales que adornan las fachadas de las casas y los muros de las calles, todos ellos obras de artistas italianos y extranjeros que narran la historia, las tradiciones y la cultura del lugar. Estas obras de arte al aire libre, creadas en 1980 por iniciativa del municipio, transforman el pueblo en una auténtica galería de arte contemporáneo.
Furore también ofrece magníficas oportunidades para los amantes del senderismo y la naturaleza, pero, para aquellos a los que no les gusta esforzarse demasiado, existe el llamado Sendero del Amor, un camino elevado 500 metros sobre el nivel del mar que comienza cerca de la Iglesia de Sant'Elia.
Curiosidad: a principios de julio, el fiordo de Furore se transforma en escenario del MarMeeting, que, como ya he mencionado, es un emocionante campeonato mundial de clavados desde grandes alturas. Durante este evento, se erige una plataforma en el centro del puente que domina el fiordo, donde los clavadistas desafían a la gravedad lanzándose desde una vertiginosa altura de 28 metros. Mientras vuelan en el aire, ¡tienen apenas tres segundos para realizar acrobacias precisas antes de sumergirse en el mar a una velocidad de 100 km/h!