El pintoresco pueblo de Positano está situado en una posición panorámica única a lo largo de uno de los tramos costeros más fascinantes de la península sorrentina, entre Punta Germano y Capo Sottile.
Positano es un fascinante pueblo pesquero que se extiende verticalmente entre callejuelas empedradas, escaleras empinadas y casas que trepan por las laderas de la colina.
Paseando por sus estrechas calles, entre los vivos colores de las casas, encontrarás pequeñas joyas arquitectónicas, como la Iglesia de Santa María Assunta, reconocible por su cúpula recubierta de mayólica amarilla y azul. Su interior alberga tesoros como el Busto de San Vito y los pastores del belén, que datan del 1700. El altar mayor también alberga la imagen bizantina de la Virgen Negra con el Niño, del siglo XII.
Cerca de la iglesia se encuentra el Museo Arqueológico Romano, que ofrece acceso a una villa del siglo I d. C. y a dos criptas, una de ellas medieval. De la villa, cubierta por la erupción del año 79 d. C., quedan vestigios del triclinio, con frescos y suelos de mosaico bien conservados.
En el encantador barrio de Punta Reginella se encuentra la Iglesia de Santa Catalina, construida por mercaderes locales que comerciaban con Alejandría en Egitto y que conserva el altar original del siglo XVIII.
En el centro histórico y en las playas podrás contemplar las impresionantes torres sarracenas de Positano, que se alzan sobre el mar y que desempeñaron un papel crucial en la defensa de la población local frente a los piratas sarracenos y turcos. Entre las más conocidas se encuentran la Torre di Clavel o Torre Fornillo, la Torre di Rienzo, la Torre Trasita y la Torre Sponda, que datan de diferentes épocas.
Si te gusta caminar, desde Positano parten numerosas rutas de senderismo, entre ellas el famoso Sendero de los Dioses, que comienza en Agerola y llega hasta el encantador pueblo de Nocelle, en las colinas de Positano. Gracias a las impresionantes vistas, esta ruta ofrece una oportunidad única para explorar la naturaleza circundante.
Curiosidad: El nombre de Positano está vinculado a una leyenda sobre una imagen sagrada de la Virgen María transportada en barco hacia el año 1100. Cuenta la leyenda que el velero se encontraba en alta mar sin poder regresar a tierra debido a la ausencia de viento. De repente, se oyó una voz procedente de la imagen que gritaba: «¡Posa, Posa!», que significa «detente aquí», por lo que la imagen fue trasladada a Positano, a la iglesia de Santa Maria dell'Assunzione.
