Presentación - Ai Voice IGLESIA DE SANT ANGELO

La Iglesia de Sant’Angelo — dedicada a San Miguel Arcángel, cuyo nombre significa “Santo Ángel” — es uno de los templos más antiguos de la ciudad, ya que su fundación se remonta al año 1061. En un principio, la iglesia estaba dedicada a la Virgen María de Constantinopla, pero en el siglo XIV fue renovada y consagrada de nuevo a San Miguel Arcángel, de ahí su nombre popular Sant’Angelo.
Tras una importante remodelación iniciada en 1663, el templo se convirtió en un magnífico ejemplo del barroco leccese y fue consagrado nuevamente con el doble título de Sant’Angelo y Santa María de Constantinopla.

Su fachada llama la atención por su riqueza barroca y por su estructura inacabada: la parte superior nunca se completó por falta de fondos y se interrumpe bruscamente a los lados de un gran ventanal central.
El portal principal, coronado por una luneta decorada con la Virgen con el Niño y dos ángeles, está flanqueado por querubines, águilas y leones esculpidos que sostienen una inscripción latina dedicada a la Madre de Dios de Constantinopla, datada en 1663.
Un elemento de gran valor es la puerta de madera y bronce, fundida en 1750 según el diseño de Emanuele Manieri. En sus hojas destaca el águila bicéfala, símbolo de los monjes agustinos, mientras que el marco del portal está decorado con ornamentos barrocos tallados en piedra de Lecce, atribuidos a la escuela de Giuseppe Zimbalo.

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Como puedes notar, el plano del edificio tiene forma de cruz latina, con una sola nave luminosa que conduce al profundo coro rectangular.
Las paredes laterales están divididas por pilares decorados con capiteles, todos diferentes entre sí y adornados con motivos figurativos y florales. Estos dan acceso a las capillas laterales, cada una con un altar barroco de piedra leccese, decorado con columnas salomónicas, guirnaldas y estatuas.
En el crucero destacan dos altares: a la derecha, el Altar de la Virgen de los Siete Dolores, con una magnífica escultura de la Virgen Dolorosa en cartapesta, obra de Antonio Maccagnani realizada en 1832; a la izquierda, el Altar de San Antonio Abad, con un gran lienzo del siglo XVIII pintado por Alessandro Calabrese.
El presbiterio elevado alberga el altar mayor, dedicado a la Virgen de Constantinopla, coronado por un retablo del siglo XVII que representa a la Virgen con el Niño rodeada de santos.
Completan el conjunto varios lienzos de los siglos XVII y XVIII, que enriquecen el interior con escenas bíblicas y figuras de santos venerados.

Curiosidad: según cuenta una leyenda, el escultor Antonio Maccagnani, encargado en 1832 de realizar la estatua de la Virgen Dolorosa, tuvo muchas dificultades para reflejar la expresión de sufrimiento en el rostro de María. Una noche, al regresar a casa después de haber bebido un poco de más, vio a su madre esperándole en la puerta con un semblante triste y preocupado. Fue precisamente aquella expresión la que le inspiró para completar su obra.