Pasado el patio monumental caracterizado por sus tres amplias logias, construido en el siglo XVII bajo el gobierno del virrey Maqueda, y subiendo la escalera monumental hasta llegar a la logia en el primer piso, se encuentra la Capilla Palatina.
Roger II la mandó construir entre el 1130, año de su coronación, y el 1140, cuando fue consagrado como oratorio privado dentro del palacio real.
La entrada, dividida en tres tramos por arcos sostenidos por antiguas columnas, conectaba originalmente la capilla con el apartamento real. Dos magníficas puertas con persianas de bronce dan acceso al aula. En cuanto entres, te darás cuenta de que estás dentro de una de las obras maestras del arte medieval. Es la combinación más extraordinaria de arte árabe y occidental que ha llegado hasta nuestros días. Arquitectura, mosaicos, mobiliario, incrustaciones de mármol y techo de madera tallada y pintada, en perfecta armonía, crean la inolvidable sensación de estar en un mundo de milagrosa belleza.
Más que una capilla, se trata de una verdadera iglesia, dividida en tres naves con tres ábsides, con la zona del altar elevada y rematada por la cúpula.
Observa los materiales utilizados: han sido elegidos con extremo cuidado para crear una imagen de magnificencia. Las naves están divididas por columnas alternas: de mármol cipollino, una variedad de mármol con vetas verdes que proviene de Grecia, con acanaladuras, o de granito, proveniente de Egipto, con el fuste liso. Los capiteles dorados, antiguos o realizados según modelos anteriores por ser considerados más bellos, sostienen arcos ojivales.
En el suelo se puede ver un magnífico diseño geométrico de mármol, con insertos de mosaico y costosas piedras duras, como pórfido, serpentina y granito. Piensa que hubo quienes lo compararon con un prado, uno donde las maravillosas flores de primavera nunca se marchitan.
Las paredes están recubiertas de placas de mármol y paneles con inserciones de mosaicos, pastas de vidrio y piedras duras, coronadas por una decoración tan refinada como el encaje, donde el uso del oro prepara para la explosión de luz del techo.
Curiosidad: en la logia exterior, protegida por una placa de cristal, hay una piedra con una inscripción dedicada a un reloj hidráulico que Roger II mandó fabricar. ¿Sabes por qué esta inscripción está en griego, latín y árabe? Porque eran los tres idiomas que se hablaban en la culta corte normanda.
Idioma: español