Antes de describirte uno a uno los diferentes monumentos, te cuento brevemente su historia, para que puedas orientarte y elegir tu recorrido, también teniendo en cuenta la presencia de otros turistas y los servicios religiosos de la Catedral.
Como te he dicho en el archivo anterior, la plaza dei Miracoli surge con la construcción de la Catedral, cuya fachada fue realizada probablemente a mediados del siglo XII por el mismo arquitecto encargado de alargar las naves de su interior. En la parte inferior de la fachada retoma los arcos ciegos que recorren todo el edificio, mientras que como ves, la parte superior está aligerada por una serie de pequeñas galerías. Tanto el exterior como el interior están revestidos con bloques de mármol a rayas blancas y negras.
Mientras estaba todavía en construcción la fachada de la Catedral, se inicia la construcción del Baptisterio que tiene enfrente, que no se completará hasta el siglo XIV. Se organiza sobre una planta circular, con una decoración de órdenes superpuestos, que te permiten reconocer fácilmente la unidad estilística que forma junto con la Catedral. De hecho, aquí vuelves a encontrar las arcadas en la franja inferior y la pequeña galería en la intermedia. Sin embargo, es claramente gótica la parte que está sobre la galería, repleta de pináculos y hornacinas apuntadas.
Veinte años después del inicio del Baptisterio, aislada detrás de la Catedral, surge la famosísima Torre cilíndrica que seguramente se puede definir como el campanario más famoso del mundo. También ella está decorada como los otros edificios, con arcadas ciegas que separan marcos esculpidos en el nivel inferior y pequeñas galerías en los niveles superiores. Los trabajos fueron largos y no se concluyeron hasta el siglo XIV: el hundimiento del terreno, debido a un acuífero natural, provocó notables problemas técnicos, que todavía hoy hacen que la estabilidad del campanario sea precaria, aunque a cambio le han dado un fama a nivel planetario.
Comenzado en la segunda mitad del siglo XIII y finalizado a los largo del siglo XIV, el blanco Camposanto es por su parte el edificio más reciente de la plaza. En el exterior se te aparece como un sencillo rectángulo de mármol, pero en su interior descubrirás la maravilla de sus galerías caladas y sobre todo de sus obras maestras de la escultura y la pintura.
CURIOSIDAD: la plaza dei Miracoli debe su apelativo a la novela titulada Puede que sí, puede que no, de Gabriele D'Annunzio, en la que el autor la rebautiza como "Prato dei Miracoli". En realidad se llama plaza del Duomo, pero gracias a D'Annunzio ha cambiado de nombre incluso en las guías y las señales de circulación.