Casa Del Huerto-Región I - Ai Voice CASA DEL HUERTO-REGIÓN I

Construida en el siglo III a.C. y restaurada en varias ocasiones, la Casa del Huerto, también conocida como Casa de los Cubículos Florales, es una de las residencias de Pompeya que conserva algunos de los frescos más extraordinarios descubiertos en el yacimiento arqueológico.
Los frescos representan magníficos jardines con árboles y plantas ornamentales.
A diferencia de otras casas de la época, donde las pinturas de jardines se reservaban principalmente a las zonas de representación, aquí se encuentran dentro de los dormitorios, llamados cubicula. Es como si los propietarios hubieran querido dormirse y despertarse cada día rodeados por la naturaleza.
Las escenas pintadas muestran una gran variedad de vegetación y fauna, representadas con una precisión tan minuciosa que permite reconocer especies concretas como limoneros, higueras, madroños y granados. En uno de los cubicula se representa una higuera alrededor de la cual se enrosca una serpiente, símbolo de prosperidad.
Pero no todo es naturaleza: en el célebre “cubículo negro”, las paredes de fondo oscuro están decoradas con motivos egiptizantes —esfinges, figuras divinas y símbolos del culto de Isis—, una moda muy popular en Pompeya durante el siglo I d.C., junto con los temas dionisíacos relacionados con el vino y la fertilidad. No por casualidad, en esta casa se encontraron unas 150 ánforas de vino, indicio de que el propietario era un comerciante orgulloso de decorar sus estancias con imágenes que evocaban abundancia y riqueza.
La casa, con un diseño clásico de atrio rodeado de diversas estancias, cuenta también con un área ajardinada utilizada durante la primavera y el verano. Los frescos no solo amplían visualmente el espacio, sino que crean una atmósfera de serenidad y belleza natural.
Tras el terremoto del año 62 d.C., la estructura fue parcialmente transformada y una parte se adaptó como tienda con acceso directo a la Vía de la Abundancia.

Curiosidad: los antiguos romanos creían que la higuera tenía profundos significados simbólicos, asociados con la prosperidad y la fertilidad; por eso no sorprende que esta planta ocupe un lugar central entre los frescos de la Casa del Huerto.