Giovanni Hinderbach, nacido en Rauschenberg en 1418 y fallecido en Trento en 1486, fue un obispo católico alemán. Graduado en Viena, completó sus estudios en Padua y se convirtió en una figura destacada en la curia imperial. Obtuvo el doctorado en derecho canónico en 1452. Nombrado obispo de Trento en 1466, se dedicó al gobierno espiritual y temporal de la diócesis. Durante su episcopado, renovó el Castillo del Buonconsiglio y coleccionó reliquias. Sin embargo, su figura se ve empañada por el incidente del beato Simonino en 1475, donde los judíos fueron acusados injustamente de asesinato ritual. A pesar de la intervención papal y la revisión del caso, los judíos fueron expulsados del principado. Su muerte en 1486 puso fin a un episcopado controvertido, marcado por éxitos culturales y la oscuridad del antisemitismo.