Bienvenidos a la Torre Vanga, uno de los símbolos más fascinantes de la Edad Media en el Trentino.
Esta torre fue construida en el año 1210 por voluntad del príncipe-obispo Federico Vanga, de quien toma su nombre. Su ubicación no es casual: antiguamente, el río Adigio fluía justo al lado de estos muros. Desde aquí se controlaba el acceso a la ciudad, se vigilaba el tráfico fluvial y se cobraban los derechos de aduana sobre las mercancías en tránsito.
Observa su estructura: la planta cuadrada, los gruesos muros de piedra y las almenas en forma de cola de golondrina en la parte superior revelan claramente su función defensiva. Las estrechas troneras permitían a los soldados lanzar flechas sin exponerse demasiado, convirtiendo la torre en un auténtico bastión de vigilancia.
A lo largo de los siglos, la Torre Vanga cambió varias veces de función. Fue prisión, almacén y refugio para las guarniciones, y continuó protegiendo la ciudad especialmente durante la Baja Edad Media, cuando el control del comercio fluvial por el Adigio era vital para Trento.
Hoy la torre se puede visitar y alberga exposiciones y eventos culturales. Al entrar en su interior, todavía se percibe la atmósfera de antaño: basta cerrar los ojos para imaginar el rumor del río, los pasos de los centinelas y las voces de los mercaderes que entraban en la ciudad.
Curiosidad: según la tradición, aquí se habría instalado un trébuchet, una gigantesca máquina de asedio capaz de lanzar piedras contra los atacantes. Un detalle que hace aún más fascinante el carácter guerrero de esta torre.
1 hora de uso
Desbloquea la Inteligencia Artificial (IA) y amplía tu experiencia
¿Quieres explorar aún más o descubrir ciudades que aún no están cubiertas por la aplicación?
Activa nuestra IA.
Te guiará con el mismo tono atractivo, respondiendo a tus curiosidades en tiempo real.