La cocina de Ámsterdam está muy influenciada por su pasado de capital colonial.
Que no te sorprenda ver que a los holandeses les encantan los platos indonesios, de Surinam o de las Antillas, hasta el punto de que los preparan en casa. Encontrarás un sinfín de restaurantes que ofrecen platos típicos de estos países.
Por su parte, la cocina tradicional holandesa consiste en abundantes platos únicos a base de carne o pescado servidos con patatas y ensalada, generalmente precedidos por una sopa.
No incluyen entrantes, pero en los restaurantes, mientras esperas, te servirán pan para untarlo con mantequilla aromática.
Entre las sopas, te recomiendo la erwtensoep o snert, a base de guisantes, y la bruine bonensoep, de alubias pintas, ambas con jamón y salchichas, y la humkessoep, con patatas, judías verdes y alubias blancas.
Entre los platos únicos encontrarás el hutspot, preparado con zanahorias y puré de patatas, servido con un estofado de carne de res llamado klapstuk, o el stamppot, a base de puré de patatas y verduras, acompañado de albóndigas o de rookworst, salchicha ahumada.
Las salchichas son muy comunes: puedes probar la frikandel, muy picante y elaborada con los restos del procesamiento de la carne de cerdo, o la leverworst, de hígado de cerdo, que se puede encontrar sólida o como crema para untar.
También son deliciosas las croquetas fritas rellenas de crema espesa y carne de res, rebozadas en huevo, harina y pan rallado. Se llaman bitterballen o kroket, dependiendo de si son bolitas pequeñas o grandes y alargadas.
Si prefieres el pescado, prueba el filete de bacalao o de otro pescado blanco, rebozado y frito, que se llama lekkerbekje si se deja entero o kibbeling si se corta en trozos.
El pescado más común es el arenque, especialmente en salmuera, llamado hollandse nieuwe, o ahumado. Aquí también podrás probar la caballa y la anguila ahumadas, que no están nada mal.
Los mosselen también son muy populares, mejillones al vapor con verduras, y los hollandse garnaal, pequeñas gambas que se sirven ya peladas.
Y para terminar, no te olvides de probar los famosos quesos holandeses.
Curiosidad: la kroket es tan popular que en todos los McDonald's venden un bocadillo llamado McKroket que ofrece esta especialidad en lugar de la hamburguesa.
¡Que aproveche!
