Una vez superada la línea de ferrocarril, el área del puerto se abre gradualmente a canales más amplios en vistas del gran barrio residencial de Ámsterdam Norte, conectado al centro por un túnel de carretera y otro de ferrocarril.
Si te gusta la arquitectura contemporánea, este itinerario es perfecto para ti. Te llevará a una zona que logra combinar una alta densidad de viviendas con el clásico esmero de los holandeses en el estilo de las casas.
El Muziekgebouw, un espléndido auditorio inaugurado en 2005, marca el inicio de los muelles orientales, los muelles de la parte externa del puerto. La estructura goza de una ubicación extraordinaria, en el extremo de una península. El amplio techo que sobresale protege un cuerpo de cristal muy ligero y luminoso. En el interior hay dos salas de conciertos, un bar-restaurante que se asoma al agua y la terminal de pasajeros para los cruceros.
Un singular puente, de más de 200 metros de longitud, conduce a Java, la primera de cuatro islas artificiales de forma alargada que desde 1990 son elegantes barrios residenciales. La isla, que en los nombres de las calles recuerda a las colonias holandesas del Océano Índico, está atravesada por cortos canales cruzados por preciosos puentes; las casas, de distribución regular y equipadas con jardines, difieren en sus detalles decorativos.
La siguiente isla, llamada KNSM, sigla de la compañía real de navegación holandesa, se caracteriza por grandes bloques de edificios residenciales, pero también por numerosas chalanas, las tradicionales casas flotantes atracadas a lo largo de los muelles.
Le sigue la isla de Sporenburg, en cuyo centro destaca, entre las apretadas casitas, el gran complejo de apartamentos apodado The Whale, «la ballena», por el particular perfil del edificio, cubierto por placas de zinc.
Para llegar a la cuarta y última isla, llamada Borneo, hay que seguir el característico «puente pitón», de acero entrelazado. También en esta isla existe la alternancia entre grandes complejos residenciales, centros comerciales y pequeñas casas unifamiliares. Las casas del extremo de la isla también tienen acceso directo al agua.
Curiosidad: cerca del puerto se puede admirar el imponente Lloyd Hotel, que data de 1920. Su historia es realmente curiosa; antes de convertirse en un hotel de prestigio albergó un centro de acogida de inmigrantes y, después, una prisión.