La visita te permitirá admirar cinco obras de Hilaire German Edgar Degas, pintor y escultor francés vinculado al Impresionismo, aunque con un estilo y una técnica muy personales y en parte ajenos al movimiento.
Mientras que los impresionistas pintaban con decisión, a menudo al aire libre, dando más importancia a las luces y a los colores que al dibujo, Degas preparaba sus obras haciendo bocetos preliminares y pintando principalmente en el estudio. Sin embargo, se le considera un artista impresionista tanto por su participación en las exposiciones organizadas por este movimiento como por el uso del color.
Uno de los temas favoritos de Degas fueron sin duda las bailarinas, un tema que aún hoy goza de gran popularidad entre toda su producción pictórica. También en este museo hay cuatro lienzos sobre el tema. En aquella época, los cuadros de bailarinas jóvenes estaban de moda y, por tanto, eran más fáciles de vender.
Aunque al principio Degas estaba especialmente interesado en las fisonomías de las bailarinas en movimiento, hacia el final de su carrera eligió retratarlas no mientras bailaban con gracia y elegancia, sino en el momento en que adoptaban posiciones poco armoniosas.
Según los críticos, la obra que mejor representa ese período es el dibujo en pastel Bailarinas entre bastidores, también conocido como Las cuatro bailarinas de azul, de 1897, caracterizado por una perfecta armonía de colores.
Con el uso de los colores pastel, Degas logró una extraordinaria riqueza de texturas y matices. Observa las finas pinceladas de pastel en distintas direcciones, que crean sombras azules y reflejos de luz en el cabello de las bailarinas.
Al observar esta obra maestra no podemos saber si el dibujo representa a cuatro bailarinas o si es la misma bailarina en cuatro momentos diferentes del ballet, sin embargo, si te dejas conquistar por la maravillosa pintura, no podrás dejar de ver ante tus ojos la magia de la danza y la pintura.
Curiosidad: En los últimos años de su vida, Degas se quedó ciego y tuvo que dejar la pintura, pero continuó su trabajo artístico con la escultura guiándose solo por el tacto.