Una de las exposiciones más interesantes del Museo Pushkin es la rica sección dedicada al antiguo Egipto. La mayoría de las antigüedades, entre ellas momias, jarrones y estatuas, se han expuesto desde la inauguración del Museo en 1912 y proceden de la colección de Vladimir Golenishchev. Es una de las mejores colecciones privadas de arte egipcio del mundo, adquirida por el museo en 1909.
El plato fuerte de la exposición son los retratos de al-Fayyum: una serie de 16 retratos funerarios, la mayoría realizados sobre tablas de madera, que cubrían los rostros de algunas momias. El nombre proviene de la ciudad egipcia de al-Fayyum, de donde provienen la mayoría de las obras. La importancia de estas representaciones radica no solo en su marcado realismo, sino también en el hecho de que se encuentren entre las piezas de pintura mejor conservadas de la antigüedad.
Estos retratos de singular belleza se ponían sobre las momias entre los años 100 y 300 d.C., cuando Egipto ya estaba bajo dominio romano. Como puedes ver, son casi fotográficos y pertenecen en su mayoría a jóvenes y niños. Diversos estudios científicos han demostrado que la edad del difunto momificado coincide con la del retrato correspondiente, lo que subraya la baja esperanza de vida de la época. Sin embargo, las caras no representan al difunto con fidelidad. Los análisis detallados han demostrado que, a pesar de la variedad de peinados y barbas, existen algunos «perfiles estándar». Otro dato interesante es que todos los sujetos pertenecían a la clase dirigente. Eran militares, dignatarios religiosos o ricos comerciantes, dado el alto coste de las honras fúnebres tan valiosas.
Gracias a los peinados se pudo fechar los retratos. De hecho, en la época romana las esculturas de los representantes de la familia imperial tuvieron gran influencia en las modas del momento. Por tanto, las tablas se fechaban conforme al peinado de moda de la época.
Curiosidad: Son muchos los que se preguntan cómo es posible que los antiguos egipcios construyeran las pirámides. La respuesta la encontrarás en este museo. Aquí se puede ver el famoso Papiro de Moscú, que no es más que un sofisticado texto de matemáticas. Entre los veinticinco problemas matemáticos que se han resuelto, está precisamente el cálculo del volumen de un tronco de una pirámide.