Federico III de Habsburgo (1415-1493) fue Emperador del Sacro Imperio Romano desde 1452 hasta su muerte.
Nacido en 1415 en Innsbruck, Federico era hijo de Ernesto el Férreo y de Cimburgia de Mazovia. Pertenecía a la dinastía de los Habsburgo. En 1440, fue elegido Rey de los Romanos, y en 1452 fue coronado Emperador del Sacro Imperio Romano.
Federico buscó fortalecer la autoridad imperial en un período caracterizado por una gran fragmentación política. Sin embargo, su reinado estuvo marcado por conflictos frecuentes con los principados alemanes y con otras potencias europeas.
Se casó con Leonor de Portugal en 1452, un matrimonio que trajo riqueza y prestigio a los Habsburgo. A través de este matrimonio, el emperador estableció alianzas estratégicas que reforzaron la posición de su dinastía.
Durante su reinado tuvo que enfrentar numerosos desafíos, incluidas las guerras con Hungría y las tensiones con el Ducado de Borgoña. Además, tuvo conflictos internos con otros miembros de la nobleza alemana.
Federico fue un partidario de la Iglesia Católica y trabajó para mantener la unidad religiosa dentro del Sacro Imperio Romano. Su reinado también vio un período de florecimiento cultural, con el patrocinio de las artes y la arquitectura.
Federico fue el primer emperador en hacer del Águila bicéfala el símbolo oficial del Imperio. Su política matrimonial fue fundamental para la expansión y consolidación del poder de los Habsburgo, preparándolos para convertirse en una de las dinastías más poderosas de Europa.
Federico III es recordado por su largo reinado, su tenacidad en mantener la unidad del Imperio y por haber sentado las bases para el ascenso de la dinastía de los Habsburgo.