La alquimia, antiguo sistema filosófico esotérico, se expresó a través de disciplinas como la química, la física, la astrología, la metalurgia y la medicina, dejando huellas en la historia del arte. A menudo considerada precursora de la química moderna, el término proviene del árabe "al-kīmiyya" y puede relacionarse con el griego "khymeia" o el árabe "al-kemi", quizás derivado de "Kemet", término egipcio para "tierra negra". Los alquimistas perseguían objetivos como la omnisciencia, la creación de una panacea, la transmutación de sustancias y metales. Además de implicar aspectos físicos y químicos, la alquimia representaba un proceso de crecimiento espiritual, con significados místicos y filosóficos además de los materiales.