Alexander Colyn (1527-1612), escultor flamenco activo en Alemania y Austria, contribuyó al Castillo de Heidelberg con obras influenciadas por Miguel Ángel y Sansovino. Llamado a Innsbruck por Fernando I, trabajó en la Hofkirche, creando relieves y estatuas en honor al emperador Maximiliano I. En un período intermedio, en Viena, creó fuentes decoradas con ninfas y escudos de los Medruzzo. Especializado en tumbas imperiales, como la de la princesa Ana en Praga, Colyn se destacó por su maestría técnica y efectos pictóricos en sus obras funerarias. Entre sus últimos trabajos, las tumbas de Hans Fugger y Catherine von Loxan.