La parte baja de Malá Strana está influenciada por la presencia de la Orden de Malta, y muchos edificios históricos importantes se encuentran en torno a la plaza del Gran Priorato.
Sin embargo, esta plaza es famosa sobre todo por el muro de John Lennon, es decir, un trozo del muro que rodea el jardín del Gran Priorato y que está cubierto de grafitis e imágenes del ídolo inglés, quien se convirtió en símbolo de la paz después de su asesinato el 8 de diciembre de 1980.
Tras la muerte de Lennon, un joven decidió utilizar una piedra del muro para pintar una lápida en su memoria, que enseguida rodearon de velas y flores dibujadas.
En 1981, probablemente un estudiante de arte mexicano, pintó un mural con el rostro de Lennon al que se fueron sumando otros grafitis.
No obstante, debes saber que la música rock, incluidos los Beatles, estaba prohibida durante el régimen comunista porque se pensaba que corrompía a la juventud con los valores del capitalismo, por lo que la policía ordenó pintar el muro de verde.
Sin embargo, los grafitis volvieron a aparecer y a hacerse cada vez más numerosos, y tuvieron que volver a pintar el muro en varias ocasiones.
Cada año, coincidiendo con el aniversario de la muerte de Lennon, los jóvenes praguenses empezaron a reunirse aquí para pedir reformas, con una participación cada vez mayor, hasta que en 1988 llegaron a enfrentarse a la policía en la que se convirtió en la manifestación contra el gobierno más importante de los años ochenta. Desde entonces, el muro es un símbolo de paz para toda la ciudad.
En torno a la plaza se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Cadena, de estilo medieval. Su nombre proviene de las cadenas que cerraban el puente de Carlos.
Si te apetece darte un paseo por el barrio, te recomiendo la iglesia de Santa María de la Victoria, una de las favoritas de los praguenses. Es famosa por el culto al Niño Jesús de Praga, una pequeña estatua votiva de cera del siglo XVI. Un museo expone los trajes que, a lo largo de los siglos, le han donado al Niño. En las tiendas cercanas se encuentran reproducciones de la estatua, de distintos tamaños y materiales.
Curiosidad: en el muro de John Lennon, ya desde comienzos de los años sesenta y setenta, los jóvenes praguenses escribían frases de amor o poesías, a veces un poco cursis, pero también escribían frases de protesta; tanto es así que se le llamaba el Muro de las Lamentaciones.