Hijo de Carlos IV, rey de Alemania y Bohemia, Venceslao IV (1361–1419) estuvo involucrado en el movimiento husita. En 1394, ordenó el asesinato del consejero del arzobispo de Praga, desencadenando una guerra civil hasta 1404. En 1402, cedió el título imperial a su hermano Segismundo. Su política indecisa en Alemania y Bohemia generó descontento. La revuelta estalló por el conflicto con el arzobispo de Praga, frustrado por Juan de Jenštein. La reacción brutal de Venceslao llevó a su deposición (1400) a favor de Ruperto. Encarcelado en Viena (1402) por Segismundo, escapó pero no recuperó el título imperial (1410), también afectado por la parálisis. Su inacción favoreció el desarrollo de los husitas. Murió durante una revuelta anti-husita en Praga.