John Augustus Roebling (1806-1869), ingeniero prusiano naturalizado estadounidense, es conocido por diseñar puentes suspendidos, destacando el icónico Puente de Brooklyn en Nueva York. Después de emigrar a EE. UU. en 1831, inicialmente se dedicó a la agricultura, pero pronto retomó su verdadera pasión, la ingeniería. Innovador en el uso de cuerdas metálicas, Roebling construyó puentes y acueductos notables. En 1844, ganó un contrato para reemplazar un canal con paredes de madera con un acueducto sobre el río Allegheny, utilizando una novedosa estructura con cables de acero. Posteriormente, diseñó un puente suspendido sobre el río Monongahela en Pittsburgh (1845) y cuatro acueductos suspendidos sobre el Delaware y Hudson Canal (1848). Su obra maestra fue el Puente de Brooklyn, iniciado en 1867. Este puente colgante, con una luz libre de 251 metros y soportado por cables de acero de 25 cm de diámetro, conectó Manhattan y Brooklyn. Aunque Roebling falleció en 1869 debido a un accidente durante la planificación del puente, su hijo Washington Roebling continuó la construcción, completando la obra en 1883. El Puente de Brooklyn se convirtió en un símbolo arquitectónico duradero y testamento del genio de Roebling.