La Gran Depresión, que comenzó con el colapso de la Bolsa de Nueva York en 1929, fue la recesión más severa, prolongada y extendida de la historia. Los economistas atribuyen la crisis a una caída de la confianza, sugiriendo intervenciones gubernamentales masivas para abordarla. Los monetaristas critican la acción de la Reserva Federal, que, según ellos, implementó políticas monetarias restrictivas. Otras teorías incluyen razones institucionales, una burbuja especulativa según la escuela austriaca y la desigualdad social como exceso de oferta. El patrón oro, régimen cambiario internacional, aceleró la propagación de la recesión. El abandono de este sistema anticipó la recuperación. Estados Unidos experimentó una contracción económica masiva, con una producción industrial disminuida en un 45%, una tasa de desempleo del 25% y un comercio internacional reducido en un 60%. La recuperación, que comenzó alrededor de 1933, se atribuyó al New Deal de Roosevelt.