Este mausoleo está dedicado al tercer presidente de los Estados Unidos, Thomas Jefferson, uno de los padres fundadores de la patria, considerado el autor principal de la famosísima Declaración de Independencia. De hecho, Thomas Jefferson estuvo entre los protagonistas de la rebelión de las 13 colonias americanas contra Inglaterra que, tras una sangrienta guerra, condujo a la fundación de los Estados Unidos de América.
El mausoleo se encuentra a orillas del río Potomac, inmerso en un jardín de cerezos donados por el gobierno japonés. Está formado por una escalinata redonda de mármol, un pórtico circular con columnas jónicas coronado por una cúpula baja y un pórtico tradicional en la parte delantera. En el frontón triangular hay un bajorrelieve que representa a los cinco padres fundadores entregando la Declaración de Independencia al congreso.
En el interior, puedes ver la estatua de bronce de 5,8 metros de alto de Jefferson, obra del escultor Rudolph Evans. La frase grabada en la parte superior pertenece a una carta del presidente, cuya traducción sería: He jurado ante el altar de Dios hostilidad eterna contra toda forma de tiranía sobre la mente del hombre.
Además, las paredes están grabadas con otros pasajes procedentes de sus escritos. El monumento fue un encargo de Franklin Delano Roosevelt, quien lo inauguró el 13 de abril de 1943, doscientos años después de la muerte de Jefferson.
El edificio fue obra del arquitecto estadounidense John Russell Pope, el mismo que diseñó el West Building de la National Gallery. Para su construcción, se inspiró tanto en el Panteón de Roma como en la Rotunda, un edificio de Virginia que también tiene una forma circular y un pórtico con columnas y que, además, fue diseñado por el mismo Thomas Jefferson según los cánones del palladianismo.
En efecto, el presidente era también arquitecto y colaboró en el proyecto original de la ciudad de Washington de Pierre L'Enfant, sobre todo gracias a sus conocimientos sobre los planes reguladores de Londres y París.
Me despido con una curiosidad: Thomas Jefferson era un refinado intelectual; a él se debe también la fundación de la Universidad de Virginia, estado del que fue gobernador durante años. También se dedicaba a inventar objetos de uso cotidiano. Uno de ellos seguro que lo has usado hasta tú; todos nos hemos sentado alguna vez en una silla de escritorio giratoria... Pues sí, la inventó él precisamente.