La Torre de los Vientos, también llamada Horologion, es la peculiar construcción situada cerca del Ágora romana, la plaza central de Atenas, que se construyó cerca de la histórica plaza de época griega.
Se trata de una torre octogonal que contenía un ingenioso reloj hidráulico, probablemente obra de Andrónico de Cirro, un arquitecto sirio. Se construyó alrededor del año 50 a. C., cuando Atenas llevaba ya tiempo bajo el dominio de Roma.
Originalmente, la torre estaba cubierta por un techo piramidal que terminaba con una veleta en forma de Tritón, que giraba para indicar la dirección del viento. Las ocho esculturas subyacentes representan los ocho vientos principales, y llevan objetos simbólicos relacionados con las estaciones en las que soplan.
Si observas con atención, verás que en uno de los lados se encuentra la base de una torre cilíndrica, que una vez llegaba hasta la cima. Aquí se almacenaba el agua, que gracias a la presión hacía funcionar el mecanismo del reloj hidráulico que había dentro. Se abastecía del acueducto proveniente de la fuente Clepsidra, en la Acrópolis.
La ventaja del reloj hidráulico era que funcionaba incluso de noche o cuando hacía mal tiempo. Reemplazaba así a los relojes solares, que marcaban la hora solo con la sombra del sol.
A pocos metros de la torre hay un foso rectangular poco profundo. Es lo que queda del «inodoro» del ágora romana. En los asientos que hay sobre el foso, por donde fluía agua corriente, se podían sentar cómodamente unas setenta personas; imagínatelos conversando animadamente mientras hacían sus necesidades. Como habrás visto, el mundo antiguo tenía un concepto de intimidad muy diferente.
Me despido con una curiosidad: la peculiar estructura de la Torre de los Vientos inspiró varias construcciones posteriores, que quizás ya hayas visto o vas a ver si eres curioso y te gusta viajar. Estas construcciones son la alta mole octogonal de la Torre del Marzocco, en el puerto de Livorno, en Florencia, la famosa Tribuna de la Galería de los Uffizi, también en Florencia, el observatorio astronómico de Oxford, del siglo XVIII, la torre octogonal del siglo XIX de Sebastopol y, por último, la torre hexagonal de Bérgamo, de 1940.
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