ABADÍA DE SAN PEDRO, Abadía De San Pedro

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español Idioma: español

La abadía de San Pedro, construida a mediados del siglo XIII, combina la fuerza compacta del estilo románico y el ímpetu y preciosidad del estilo gótico.

Si ya has visto las otras iglesias de Asís, aquí encontrarás un aire familiar: la fachada está dividida en superficies horizontales y verticales regulares, adornadas con refinados rosetones, y ninguna escultura perturba la simplicidad del conjunto. Ya te habrás dado cuenta de que falta el tímpano triangular en la parte superior; se cayó durante un terremoto. A los lados del portal, hay leones que ahuyentan a los malvados, representados por los animales devorados.

El interior se presenta desnudo, sobrio y solemne, con pilares rectangulares, pero no siempre fue así. Si te encaminas hacia el altar, podrás observar la cúpula: la estructura que ves en su parte superior se llama linterna y sirve para iluminar la cúpula y el altar subyacente. En las paredes de la cúpula, tiempo atrás relucían brillantes cerámicas esmaltadas que desafortunadamente han desaparecido.

En el siglo XVII, el espacio interior estaba completamente cubierto con ricas decoraciones barrocas, que se eliminaron totalmente durante la restauración para devolverle el aspecto que tenía en la Edad Media. Es por eso que hoy ves las paredes desnudas. Pero, ¿realmente eran así en el siglo XIII?

Te aconsejo que visites el sótano de la abadía, que alberga un museo que cuenta su historia. Detente en las estancias que una vez se usaban para conservar los frutos de la tierra. Recuerda que los monjes benedictinos seguían la antigua regla de San Benito ora et labora, que en latín significa «reza y trabaja». Para ellos, trabajar la tierra era un cometido tan importante como rezar o copiar libros antiguos.

 

Me despido con una curiosidad: a finales del siglo XIX, después de la unificación de Italia, muchas iglesias y conventos pasaron a ser propiedad del estado. En cuanto a los monumentos, en numerosos casos se vendieron y transformaron, o incluso se destruyeron. Afortunadamente, el abad del monasterio de San Pedro había fundado aquí la primera colonia agrícola de Italia para educar a los niños en la vida civil a través del ejercicio de la agricultura. Gracias a él, la iglesia no se destruyó y aún hoy podemos admirarla.

 

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