Cada ciudad italiana es un verdadero tesoro de historia y arte y, a menudo, lo que no se ve a primera vista se encuentra oculto bajo tierra. El museo bajo la plaza del Ayuntamiento es un viaje fascinante que te permite caminar entre restos y fragmentos de la historia antigua. Al bajar por unas escaleras, te encontrarás en el museo del foro romano, con robustas columnas que sostienen poderosas bóvedas. Estás en la capilla románica subterránea de la antigua iglesia de San Nicolás «de Platea», que en latín significa «en la plaza», precisamente la plaza romana. Encontrarás capiteles, sarcófagos, inscripciones y monumentos funerarios, algunos de ellos muy interesantes.
Muchas urnas funerarias están ilustradas con escenas de la vida cotidiana y de la profesión del difunto. No te pierdas la del padre en la cama, tumbado como si estuviera comiendo, porque en las ocasiones importantes los romanos comían recostados en una cama. Le ofrece un regalo a su esposa, sentada a su lado, mientras su hijo trata de alcanzar al padre fallecido. Y si quieres profundizar, hay paneles con explicaciones y reconstrucciones que te ayudan a entender un mundo desaparecido.
Pero las sorpresas no terminan ahí: un largo pasillo con una moderna pasarela de cristal que permite ver el suelo original, flanqueada por otros hallazgos del pasado, te llevará a una gran calzada romana pavimentada.
Ahora, pon el audio en pausa y dirígete a la fascinante «sala de las bóvedas», justo en el espacio que antes ocupaba el foro romano.
Busca los cimientos de los templos, uno incluso conserva la puerta de entrada. Observa las bases de las basílicas civiles, con el podio para los asientos de los magistrados y una monumental cisterna que alimentaba las fuentes públicas. Si sigues con atención las explicaciones de los carteles podrás reconocer las tabernae, los antiguos mesones donde la gente se reunía y comía, para después volver a sus quehaceres o simplemente pasear por la espléndida plaza.
Para comprender mejor cómo era esta zona, contempla la maqueta a escala 1:50 del templo de Minerva y el foro.
Me despido con una curiosidad: cuando se construyó la plaza medieval, se destruyeron y enterraron los edificios romanos. Por este motivo, hoy están a cinco metros bajo tierra.