Antonio di Pietro Averlino, conocido como el Filarete (circa 1400-1469), escultor, arquitecto y teórico italiano, desempeñó un papel crucial en los primeros desarrollos de la arquitectura y urbanismo renacentistas, especialmente en la concepción de la "ciudad ideal". Su apodo significa "el que ama las virtudes". El Filarete se destacó por estudiar y reinterpretar la antigüedad, contribuyendo a la creación de obras en un estilo nostálgico, inadvertidamente inspiradas en la arquitectura clásica.