El emperador romano César Galerio, también conocido como Galerio Valerio Maximiano, fue un importante gobernante del Imperio Romano tardío, especialmente reconocido por su papel durante la tetrarquía de Diocleciano. Nacido alrededor del 250 d.C. en la región de Iliria, en la actual Serbia, Galerio comenzó su carrera como soldado y ascendió gradualmente a las más altas esferas del poder imperial.
En el año 293 d.C., el emperador Diocleciano dividió el Imperio Romano en dos mitades, designando dos Augustos (Diocleciano mismo y Maximiano) y dos Cesares (Constancio Cloro y Galerio) en un sistema conocido como tetrarquía. Galerio fue nombrado César del Oriente y se le encomendó la supervisión de las provincias orientales del Imperio.
Durante su reinado, Galerio estuvo involucrado en numerosas campañas militares contra enemigos internos y externos del Imperio. Luchó contra los persas, los sasánidas, y participó en la represión de revueltas en varias provincias orientales.
Uno de los aspectos más conocidos del reinado de Galerio fue su persecución a los cristianos. Se cree que emitió un edicto en el año 303 d.C., junto con el emperador Diocleciano, que ordenaba la destrucción de las iglesias cristianas, la confiscación de sus propiedades y el encarcelamiento de sus líderes. Esta persecución fue particularmente severa en las provincias orientales, bajo el control directo de Galerio.
Galerio gobernó hasta su muerte en el año 311 d.C. Su sucesor, el emperador Licinio, emitió un edicto de tolerancia religiosa, poniendo fin a la persecución de los cristianos en el Imperio Romano de Oriente. La figura de Galerio es compleja y controvertida: algunos lo consideran un administrador hábil y un comandante militar eficaz, mientras que otros lo ven como un déspota que persiguió cruelmente a sus opositores políticos y religiosos.