Richard Wagner, nacido en 1813 en Leipzig, Alemania, fue uno de los compositores más influyentes y controvertidos del siglo XIX. Su música, caracterizada por una profunda dramaticidad y una amplia búsqueda armónica, revolucionó el mundo de la ópera.
Desde joven, Wagner mostró un gran talento musical, pero su carrera estuvo marcada por numerosos altibajos. A pesar de ello, logró desarrollar un estilo único e innovador que lo llevó a ser considerado uno de los principales exponentes del Romanticismo musical.
Una de las características distintivas de las obras de Wagner es la integración entre música y drama, una fusión total que él llamaba "Gesamtkunstwerk" o "obra de arte total". Sus obras a menudo están caracterizadas por temas mitológicos y filosóficos, que exploran las profundidades del alma humana y tratan el tema de la lucha entre el bien y el mal.
Entre sus obras más famosas se encuentran "El Anillo del Nibelungo", un ciclo de cuatro óperas épicas, y "Tristán e Isolda", conocida por la célebre "Sinfonía del amor". Wagner no solo compuso la música de sus óperas, sino que también escribió los textos y concibió la puesta en escena, mostrando un control total sobre todo el proceso creativo.
Sin embargo, la vida de Wagner también estuvo marcada por controversias y escándalos. Su participación en política y sus opiniones antisemitas han generado muchas polémicas y han influido en su reputación incluso después de su muerte.
A pesar de las críticas y controversias, el legado de Richard Wagner en el ámbito de la música y la ópera es inmenso y sus obras continúan siendo representadas en teatros de todo el mundo.