La Iglesia del Gesù, también conocida como la Casa Professa, fundada por los jesuitas, es uno de los edificios barrocos más bellos e importantes de toda Sicilia.
En 1549 los jesuitas llegaron a Palermo para ocuparse de la predicación y la educación pública. La antigua abadía normanda de Santa Maria la Grotta les fue confiada para que la transformaran en una Casa Professa, nombre con el que se denomina comúnmente una iglesia jesuita con un colegio anexo.
Las obras de la nueva iglesia comenzaron en 1564, dirigidas por el jesuita de Ferrara Giovanni Tristano, que diseñó una estructura bastante sencilla y funcional.
Después de 1575, el arquitecto jesuita Giuseppe Valeriano amplió la iglesia, pero con una forma austera que representaba el rigor de la Orden Jesuita.
A principios del siglo XVII, cuando la Orden ya no tuvo que reflejar en sus iglesias el rigor de sus orígenes, sino el triunfo y la gloria del catolicismo, se lanzó una nueva campaña de obras bajo la dirección del arquitecto de Mesina Natale Masuccio, que dio a la iglesia su suntuoso aspecto barroco actual.
La cúpula, que se derrumbó en 1655, se sustituyó en 1685 por la diseñada por el jesuita Angelo Italia, una de las principales figuras de la arquitectura siciliana. Desafortunadamente, en 1943 volvió a quedar hecha añicos a consecuencia de las bombas aliadas durante los combates posteriores al desembarco en Sicilia y se reconstruyó de diferentes formas después de la guerra.
La fachada se caracteriza por el diseño de los elementos arquitectónicos de piedra oscura que destacan sobre el muro enlucido en blanco. Encima de la puerta se puede ver una estatua de la Virgen con el Niño: es la Madonna della Grotta, que recuerda a la antigua iglesia derribada. En la parte superior de la fachada, puedes ver el escudo de armas con el emblema de los jesuitas, las letras IHS: de trata de un verdadero cristograma, una combinación de letras que si se leen seguidas forman una parte del nombre de Jesús.
Curiosidad: en el momento de la consagración de la iglesia, en 1633, aún no se había construido la cúpula, por lo que se colocó en su lugar una gran pintura que la simulaba.