Odoacro fue un líder militar y el primer rey bárbaro de Italia, conocido por haber depuesto al último emperador romano de Occidente, Rómulo Augústulo, en el año 476 d.C., un evento que muchos historiadores consideran como el fin del Imperio Romano de Occidente. Odoacro era de origen germánico, específicamente pertenecía a la tribu de los Hérulos, un grupo germánico oriental que se había desplazado hacia el territorio del Imperio Romano durante las grandes migraciones bárbaras.
Después de servir en el ejército romano como federado, Odoacro se rebeló contra el joven emperador Rómulo Augústulo, quien era solo una figura simbólica manipulada por su padre Orestes, un funcionario romano. Odoacro lideró una revuelta de mercenarios federados, incluidos otros grupos germánicos como los Esciros y los Rugios, marchando hacia Rávena, la capital del imperio en ese momento. Rómulo Augústulo fue depuesto sin derramamiento de sangre y enviado al exilio en un castillo en Campania, donde vivió el resto de su vida en relativa tranquilidad.
En lugar de asumir el título de emperador, Odoacro tomó el título de "rex" (rey) y gobernó Italia como un reino autónomo. Envió los emblemas imperiales a Constantinopla, reconociendo la soberanía del Emperador Zenón y solicitando ser reconocido como gobernador de Italia bajo la autoridad imperial bizantina. Durante su reinado, Odoacro fue conocido por su prudencia administrativa e intentó mantener la continuidad de las estructuras romanas y el orden legal. Sin embargo, su reinado llegó a su fin cuando Teodorico el Grande, rey de los Ostrogodos, invadió Italia en el año 489 d.C. y después de cinco años de guerra, mató a Odoacro en el año 493 d.C., estableciendo el reino ostrogodo de Italia.