La bonita ciudad de Rávena es un destino perfecto para los amantes del mar, el arte y la historia.
Hasta hace unos 3000 años, esta zona estaba formada solo por islotes rodeados por el mar. Después llegaron los romanos que, además de construir puentes, establecieron aquí un gran puerto militar con capacidad para 250 embarcaciones llamado puerto de Classe.
Precisamente a los siglos de dominación romana se remontan los numerosos edificios históricos de Rávena, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996.
Todos ellos son edificios religiosos paleocristianos y bizantinos que comparten una característica extraordinaria: están repletos de espléndidos mosaicos que han llegado hasta nosotros para dar testimonio de la notable habilidad de los artistas que los crearon y de la historia de quienes los encargaron.
Después de casi dieciséis siglos, a través de estas obras maestras, podrás, por ejemplo, descubrir los rostros del emperador Justiniano y de su esposa Teodora, o contemplar los trajes, peinados y maravillosas joyas que se llevaban en la época del antiguo Imperio Romano.
Basílicas, baptisterios y mausoleos se remontan a un complejo período histórico comprendido entre los siglos V y VI d. C., durante el cual, en el transcurso de unas pocas décadas, Rávena fue elegida tres veces como capital de un gran reino, primero bajo el Emperador de Occidente Honorio, luego bajo el rey ostrogodo Teodorico y, por último, bajo el dominio del Imperio Romano de Oriente.
La historia de Rávena también ha estado marcada por grandes personalidades incluso en los siglos posteriores, siendo el más conocido de todos el apodado poeta supremo Dante Alighieri, padre de la lengua italiana, quien, exiliado de Florencia, vivió aquí desde 1318 hasta su muerte en 1321. Fue precisamente en esta misma ciudad donde terminó de escribir su obra maestra, La Divina Comedia. Recomiendo visitar su tumba, situada en una zona dedicada a él, que lleva el evocador nombre de «Zona del Silencio».
Curiosidad: el arte del mosaico, tras un período de gran éxito, se abandonó hacia el año 1300.
Pero, ¿qué fue de los numerosos artistas bizantinos, griegos y de Rávena expertos en esta técnica? Se dice que iniciaron la prestigiosa tradición vidriera en Venecia, donde se trasladaron muchos de ellos.
